“Se acabó”. Esa es una de las frases en las que más pensamos los deportistas y, quizás, suponga el momento de una de las decisiones más difíciles de nuestras vidas: dejar de lado una parte de nosotros. Esa parte de locura, de pasión, de lucha, de constancia, de sonrisas y lágrimas, de adrenalina. Esa parte que nos cambió la vida, que nos permitió cumplir sueños, conocer lugares del mundo, culturas y personas que marcarán decisivamente nuestras vidas y que, sin ninguna duda, suponen un bagaje increíble de cara a la siguiente etapa.
Esa frase es la que debió rondar por la cabeza de Ruth Beitia, la mejor atleta – y quizás una de las mejores deportistas de nuestra historia durante los últimos tiempos- y, tras unas pruebas médicas, decidió poner fin a más de dos décadas de éxitos.
Ruth, uno de los grandes baluartes del atletismo español y una de las figuras más representativas que han provocado la gran explosión del deporte femenino en España, se retira dejando un legado majestuoso: unos resultados -adornados de manera espectacular con su última gran medalla, el oro olímpico en Rio- que la sitúan como la mejor atleta de la historia de nuestro país, acompañados de una manera de entender el deporte y unos valores que la colocan como una de las grandes referencias y una de las deportistas más respetadas y admiradas por todos.
La atleta cántabra, de la mano de su inseparable entrenador Ramón Torralbo, ha destacado siempre por su regularidad, por su espíritu de lucha, por su perseverancia y por un carácter que le ha valido ser una de las atletas más queridas, respetadas y admiradas por compañeros, rivales, público y medios de comunicación.
Ahora llega para Ruth un momento de cambio. Un cambio que para ella, recordemos que ya se retiró de manera temporal anteriormente, seguro que resulta difícil pero que, teniendo en cuenta su formación y su experiencia fuera de las pistas de atletismo -especialmente dentro de la política, uno de los ámbitos donde Ruth ha trabajado en los últimos tiempos- seguro que será una nueva razón para seguir motivada y con ganas de aprender y mejorar, algo que siempre enseñó a todo el mundo en su trayectoria en las pistas.