Hace unos días las redes ardían tras la publicación de una entrevista a Fabián Roncero, una de las instituciones del atletismo en España -con aquella mítica maratón en la que unos calambres le obligaron a parar a estirar y le apartaron de un récord del mundo con el que todo el atletismo español soñaba pero que, aun así, supuso el récord de España-, en la que hablaba sobre el atletismo popular, sobre la preparación de una maratón y ponía en tela de juicio la manera de actuar de numerosos atletas populares.
En una de las afirmaciones más polémicas de esta entrevista, Roncero aseguraba estar totalmente en contra de la gente que, sin una base, decide participar en pruebas de larga distancia por el hecho de ser “finishers”, alegando que no tenía mérito alguno acabar una carrera por acabarla y que hasta su abuela sería “finisher” si le dejaban dieciocho horas para acabar una prueba.
En este aspecto he de decir que coincido con Fabián en un punto: jamás se debe acometer un reto deportivo sin una preparación adecuada, sea para terminarlo con un gran resultado o simplemente por terminarlo sin que importe el resultado. Pero, en mi opinión, el exatleta internacional pierde la razón con el argumento de que hasta su abuela sería “finisher” si le dejaran dieciocho horas. En este sentido la marca es lo de menos, ya que habrá gente que con una preparación adecuada tenga su límite en una marca discreta, o para la que simplemente partiendo de esa adecuada preparación, el único objetivo sea terminar la prueba en unas condiciones físicas lo más adecuadas posible. En cuanto al argumento de Roncero, yo me pregunto: y si resulta que llega a tu grupo de entrenamiento un atleta portentoso a nivel físico que sin entrenamiento previo alguno es capaz de correr una maratón en 2h20, ¿es un “finisher” digno y por ello no se le critica que corra sin una preparación específica para la prueba? Las dieciocho horas en terminar, en mi opinión, son lo de menos.
Por otro lado, también es cierto que me parece muy arriesgado el movimiento “finisher” que hay dentro del atletismo popular, un movimiento donde el único objetivo es ir completando las diversas pruebas en las que se participa y que conlleva que muchos atletas compitan en alguna de esas pruebas sin estar preparados, ya que su único objetivo es acabar. Pero, como he expuesto antes, no estoy en contra porque no estén preparados a nivel físico para una determinada marca o porque tenga más o menos mérito lo que hacen, sino porque el riesgo a nivel físico de hacer este tipo de cosas, en mi opinión, no compensa en absoluto con el hecho de terminar una prueba deportiva.